Ya tengo claro cómo va a quedar la cocina después de un simulacro con un botellero que por unanimidad ha pasado a mejor vida. No hay nada más duro que la sinceridad de una niña de 5 años que tuerce su cabecita y te suelta a sopetón: mamá, no me gusta nada. Desde luego que a mi tampoco, desentonaba un montón, pero me servía de guía para la cocina y de nada sirvieron mis argumentos. Ni tan siquiera ha querido quedárselo para jugar con sus muñecas, así que entenderéis que no os ponga fotos del engendro.......
Lo que si he planificado es la distribución de la cocina y como la mesa del comedor con las dos sillas no me apetecía ponerlas (entre otras cosas porque las sillas son inmensas en comparación con el sofá), he fabricado una mesa-bar. Las maderas no están ni lijadas, así que perdonad sus defectos. También faltan los armarios, pero todo llegará.
Y ya puestos he hecho el típico cubo de la ropa sucia con carrete de fotos y cordel de cocina. Falta rematarlo, pero de momento ya tiene su sitio: debajo de lo que se convertirá en el armarito de las medicinas.
Bueno.... qué bonita te está quedando. Tengo ganas de verla terminada. Muy buen gusto con tu cocina Beatriz.
ResponderEliminarUn beso,
Meli
Si es q a los críos no les gana nadie en sinceridad jajaja
ResponderEliminarMe encanta la idea de la cocina, y tienes razon con las medidas de las sillas, yo puse,a cocina, la mesa y sillas en otra escena, mira en
ResponderEliminarhttp://maytesapena.blogspot.com
Hola Mayte, ya me he pasado por tu blog y desde luego queda mejor la mesa y las sillas en tu escena que en la casa mediterránea. Tus reborn son fantásticos!!!
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